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Crisis climática: se desprenden dos colosales placas de hielo en la Antártida

La costa este de la Antártida ha perdido la mayor parte de las plataformas de hielo de Glenzer y Conger, dos enormes placas que eran de las principales que se conservaban en el continente.

En el proceso, se descubrió lo que probablemente es una nueva isla, si bien no se ha confirmado todavía que así sea, informó la agencia EP.

De confirmarse, esta isla sin nombre sería una más de una serie de archipiélagos expuestos en los últimos años, con la desintegración del hielo glacial flotante que abraza la costa del continente.

La Isla candidata es visible desde las imágenes tomadas por los satélites Landsat entre 1989 y 2022, que muestran el deshielo de la zona, y cómo se observa el mar luego de que se desprendiera una enorme plataforma de hielo.

El montículo blanco y redondo, sin embargo, no se ha movido, incluso a pesar del movimiento de los icebergs a su alrededor en los últimos 30 años, y de que probablemente varios se estrellaron con él directamente.

El derretimiento de las plataformas de hielo de Glenzer y Conger este año es una más de las consecuencias devastadoras del calentamiento global, que podría tener consecuencias en apenas unos años, y no en décadas, como se pensaba antes.

Desde huracanes más potentes, hasta el aumento de incendios forestales e inundaciones en lugares atípicos alrededor del mundo, las manifestaciones del cambio climático ya se hacen presentes.

Científicos de varios países han advertido de este avance en la degradación del planeta, y con ello han urgido a los gobiernos del mundo a tomar acciones para prevenir un colapso total que leve a la eventual extinción de nuestra especie.

A inicios de mes, ambos polos terrestres registraron temperaturas entre 30 y 40 grados por arriba de lo normal, una cifra histórica.

A la par, se registró el crecimiento de pasto, plantas y flores en la Antártida, algo que ha elevado la preocupación de los especialistas, que advierten que nos encontramos en los últimos años clave para revertir el daño causado.

En ese sentido, más de 1.000 científicos se manifestaron hace unas semanas, para urgir medidas por parte de los gobiernos y las corporaciones, que lleven a reducir la emisión de gases contaminantes (invernadero), y al ahorro de recursos no renovables, como el agua potable.

Sin embargo, muchos de ellos fueron arrestados, o simplemente desalojados, sin que de momento se haya anunciado ninguna reunión de emergencia de la comunidad internacional para tratar el tema, y sin que se visualicen cambios de ningún tipo en el ritmo de producción y consumo actual.

En su advertencia, los expertos señalaron que, mientras la agenda mundial se puso como fecha límite el año 2030 para empezar a realizar gestiones en la materia, en realidad la humanidad podría alcanzar el punto de no retorno entre 3 y 5 años a partir de ahora, es decir, entre 2025 y 2027.

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